Maurice Ravel (1875-1937)
e
Los juegos de agua brillan a la luz de la luna
como si fueran largos collares de diamantes:
Los juegos de agua ríen en la sombra...Y se enlazan
y cruzan y cintilan dibujando radiantes
garabatos de estrellas...
Hay que apretar el agua
para que suba fina y alta...Un temblor de espumas
la deshace en el aire; la vuelve a unir...desciende
luego, abriéndose en lentos abanicos de plumas...
Pero no irá muy lejos...Esta es agua sonámbula
que baila y que camina por el filo de un sueño,
transida de horizontes en fuga, de paisajes
que no existen...Soplada por un grifo pequeño.
¡Agua de siete velos desnudándote y nunca
desnuda! ¡Cuándo un chorro tendrás que rompa el broche
de mármol que te ciñe, y al fin por un instante
alcance a traspasar como espada, la Noche!
Dulce María Loynaz
Dulce María Loynaz (Cuba, 1902)
Los juegos de agua brillan a la luz de la luna
como si fueran largos collares de diamantes:
Los juegos de agua ríen en la sombra...Y se enlazan
y cruzan y cintilan dibujando radiantes
garabatos de estrellas...
Hay que apretar el agua
para que suba fina y alta...Un temblor de espumas
la deshace en el aire; la vuelve a unir...desciende
luego, abriéndose en lentos abanicos de plumas...
Pero no irá muy lejos...Esta es agua sonámbula
que baila y que camina por el filo de un sueño,
transida de horizontes en fuga, de paisajes
que no existen...Soplada por un grifo pequeño.
¡Agua de siete velos desnudándote y nunca
desnuda! ¡Cuándo un chorro tendrás que rompa el broche
de mármol que te ciñe, y al fin por un instante
alcance a traspasar como espada, la Noche!
Dulce María Loynaz
1 comentário:
Uma beleza, o poema. Fico grata por ele.
Abraços,
Silvia
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